Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con deslumbrante maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas https://katrinaavfx602170.iyublog.com/37444736/consecuencias-deportivas-del-cabezazo-de-zidane